domingo, 7 de octubre de 2012

Anorexia y bulimia


¿Qué es la anorexia?

La anorexia nerviosa es un desorden alimenticio y psicológico a la vez. Esta condición va más allá del control del peso: el enfermo inicia un régimen alimenticio para perder peso hasta que esto se convierte en un símbolo de poder y control. De esta forma, el individuo llega al borde de la inanición con el objetivo de sentir dominio sobre su propio cuerpo. Esta obsesión es similar a una adicción a cualquier tipo de droga o sustancia. Hoy en día, se registran 4 casos de anorexia por cada mil personas.
Las características esenciales de este trastorno son la distorsión de la imagen corporal, sin reconocer el progreso de la delgadez y el sentimiento general de ineficacia personal. Al principio es sólo una cuestión de grados lo que diferencia a la anoréxica/o de los demás: ante un fracaso o siguiendo el consejo de una amiga surge el deseo de perder peso. Se ponen a dieta y se convierten en grandes expertas en el mundo de la dietética, siguiendo unas consignas mucho más duras y rígidas que las de sus amigas. Cuando las demás han dejado de hacer dieta, la persona con anorexia continúa. La gente le dice que está muy flaca y a ella le encanta oírlo. Le gusta animarse a seguir perdiendo más peso aún. Comienza a desarrollar hábitos alimentarios particulares y rígidos: sólo come determinados alimentos en determinadas cantidades, parte la comida en pequeños trozos y la separa... Aunque tenga hambre es tal el miedo a dejarse llevar que siente la necesidad de mitigar sus efectos y evitar el aumento de peso bebiendo mucho agua, utilizando laxantes o vómitos o realizando una actividad física exagerada. Todas estas conductas anómalas se acentúan a medida que progresa la enfermedad, al igual que las complicaciones físicas: la inanición vuelve al organismo mucho más vulnerable a infecciones, problemas gastrointestinales o hipotermia. Se pierde la menstruación, el pelo se cae, la piel se seca y pierde color. A nivel psicológico aparecen síntomas de depresión, cambios de carácter y distorsión en la imagen corporal que suele ir acompañada de una negación del problema. Siguen viéndose gordas a pesar de estar escuálidas o siguen expresando una gran insatisfacción con su cuerpo y su imagen. Su cuerpo se ha convertido en la definición de su valía como personas y a pesar del estricto control que ejercen sobre él, siguen sin gustarse.
Causas 

Actualmente no existe una causa única para la anorexia nerviosa, aunque las investigaciones han arrojado ciertas pistas en el campo médico y psicológico. Al igual que en la bulimia, las causas de la anorexia son múltiples y difíciles de valorar. Todas ellas, tantos las individuales como las familiares, sociales y culturales, deben tenerse en cuenta de cara a un tratamiento. Hay muchos enfoques distintos pero todos ellos señalan dos fases en el tratamiento de este problema: como primer paso debe recuperarse el peso a través de una realimentación controlada médicamente. La recuperación física trae consigo una mejora en algunos aspectos psicológicos como la percepción de la imagen corporal o la obsesión por el peso. Una vez que el estado físico ha mejorado, el tratamiento se centra en los pensamientos, sentimientos y conductas que resultan poco adaptativos. Se trata de mejorar la autoestima y de estimular nuevas formas de expresar sentimientos y valorarse a sí mismo, reconciliando a la persona con su cuerpo y sus necesidades


Algunos expertos creen que esta enfermedad se origina en las altas demandas de la familia y la sociedad: el ciclo destructivo comienza con la presión que el individuo siente por ser delgado y atractivo. El problema se centra, entonces, en una baja autoestima.

Para otros investigadores, la anorexia nace a raíz de otro problema. Este tipo de desorden podría desarrollarse en cierto tipo de familias disfuncionales, ya observadas anteriormente en casos de pacientes anoréxicos. En ellas, los miembros se vuelven tan interdependientes que no pueden alcanzar su identidad como seres individuales. Parte de esta disfunción se traduce en un miedo a crecer por parte de los niños de la familia. Entonces, especialmente las niñas, comienzan una dieta para evitar que sus cuerpos se desarrollen.

A pesar de que las causas orgánicas aún no están identificadas, hay cierta evidencia de que parte de la disfunción se origina en el hipotálamo, una parte del cerebro que regula los procesos metabólicos.
 ¿Qué hacer ante un caso de anorexia?

    Cuando se sospeche o sepa que una persona tiene una anorexia nerviosa, debe hacer que consulte lo antes posible con su médico de cabecera para que éste le remita a un médico psiquiatra experto o especializado en esta enfermedad. O acudir directamente a un psiquiatra de estas características.

CONSECUENCIAS FÍSICAS

· Corazones pequeños.

Niñas de 17 años con corazones del tamaño de una de siete. Quedarse, literalmente, en los huesos está provocando alteraciones en el funcionamiento y en el tamaño del corazón.  Los expertos desconocen aún si la recuperación del peso devolverá la normalidad al funcionamiento cardiaco.

·Niñas menopáusicas.

La amenorrea (pérdida de la menstruación) es uno de los tres síntomas que sirven para el diagnóstico de la anorexia nerviosa. Dicha pérdida ha sido asociada, junto a un aumento de los niveles de ciertas hormonas, como el cortisol, con la aparición de osteoporosis.

Dos años de seguimiento de 42 pacientes han servido para constatar que existía una pérdida de densidad ósea, no recuperable ni con un año de tratamiento con estrógenos hipotermia. Se pierde la menstruación, el pelo se cae, la piel se seca y pierde color. A nivel psicológico aparecen síntomas de depresión, cambios de carácter y distorsión en la imagen corporal que suele ir acompañada de una negación del problema. Siguen viéndose gordas a pesar de estar escuálidas o siguen expresando una gran insatisfacción con su cuerpo y su imagen. Su cuerpo se ha convertido en la definición de su valía como personas y a pesar del estricto control que ejercen sobre él, siguen sin gustarse.


Causas 

Actualmente no existe una causa única para la anorexia nerviosa, aunque las investigaciones han arrojado ciertas pistas en el campo médico y psicológico. Al igual que en la bulimia, las causas de la anorexia son múltiples y difíciles de valorar. Todas ellas, tantos las individuales como las familiares, sociales y culturales, deben tenerse en cuenta de cara a un tratamiento. Hay muchos enfoques distintos pero todos ellos señalan dos fases en el tratamiento de este problema: como primer paso debe recuperarse el peso a través de una realimentación controlada médicamente. La recuperación física trae consigo una mejora en algunos aspectos psicológicos como la percepción de la imagen corporal o la obsesión por el peso. Una vez que el estado físico ha mejorado, el tratamiento se centra en los pensamientos, sentimientos y conductas que resultan poco adaptativos. Se trata de mejorar la autoestima y de estimular nuevas formas de expresar sentimientos y valorarse a sí mismo, reconciliando a la persona con su cuerpo y sus necesidades


Algunos expertos creen que esta enfermedad se origina en las altas demandas de la familia y la sociedad: el ciclo destructivo comienza con la presión que el individuo siente por ser delgado y atractivo. El problema se centra, entonces, en una baja autoestima.

Para otros investigadores, la anorexia nace a raíz de otro problema. Este tipo de desorden podría desarrollarse en cierto tipo de familias disfuncionales, ya observadas anteriormente en casos de pacientes anoréxicos. En ellas, los miembros se vuelven tan interdependientes que no pueden alcanzar su identidad como seres individuales. Parte de esta disfunción se traduce en un miedo a crecer por parte de los niños de la familia. Entonces, especialmente las niñas, comienzan una dieta para evitar que sus cuerpos se desarrollen.

A pesar de que las causas orgánicas aún no están identificadas, hay cierta evidencia de que parte de la disfunción se origina en el hipotálamo, una parte del cerebro que regula los procesos metabólicos.





Bulimia nerviosa

        ¿Qué es?  


       La palabra bulimia significa hambre de buey y procede del griego boulimos (bous: buey; limos: hambre). Para las personas con bulimia, que afecta diez veces más a las mujeres que a los hombres, la comida es una adicción placentera y autodestructiva.

 Es un desorden alimenticio. Esta enfermedad se caracteriza por episodios secretos de excesiva ingestión de alimentos, seguidos por métodos inapropiados para controlar el peso como el vómito autoinducido, el abuso de laxantes o diuréticos y la realización de ejercicios demasiado exigentes para el cuerpo. En un 70% de los casos este trastorno acompañado de anorexia (bulimarexia) y en un 30% se manifiesta como bulimia pura . La principal diferencia radica en que en la bulimarexia no sólo no hay adicción a los alimentos, sino que hay un rechazo expreso, intercalado de atracones esporádicos. El acceso de bulimia o atracón se inicia con una sensación de hambre voraz e incontenible, con preferencia por los dulces y otros alimentos de alto valor calórico. La frecuencia de los atracones es muy variada y los enfermos pueden darse varios en el mismo día durante varios días seguidos. Con los atracones suelen sobrepasar las 5.000 calorías diarias. Hay bulímicos que han llegado a superar en un día las 25.000 y alguno ha muerto por dilatación aguda de estómago. La bulimia está considerada como una enfermedad invisible porque puede pasar mucho tiempo sin que el entorno del enfermo la perciba.

Este trastorno se caracteriza por la sensación de pérdida de control sobre la cantidad de alimento que uno toma. Algunos de sus síntomas son los atracones frecuentes con sentimientos de tristeza y culpa, vómitos posteriores a un atracón, esconder alimentos y comer a escondidas, historia de dietas y fluctuaciones importantes en el peso, y preocupación extrema por la figura y el peso. Hay personas que no se ajustan a todos estos criterios pero pueden tener pautas alimentarias bulímicas. 

        Causas

Al igual que la anorexia, no se ha logrado descubrir una causa orgánica definitiva para la bulimia. Su proceso de gestación comienza cuando existe algún grado de insatisfacción con la apariencia del cuerpo. En este caso, el individuo siempre se considerará con exceso de peso, aunque la realidad sea otra. Así, comenzará a hacer dieta y, viendo que la imagen en el espejo no cambia, la dieta se intensificará hasta llegar a las prácticas bulímicas.

Entre las causas de este problema se encuentran las experiencias de rechazo social o de fracaso que se atribuyen al peso y los consejos de las amigas. La constatación de que en nuestra cultura la delgadez se considera un requisito para el éxito lleva a querer perder peso y empezar dietas estrictas que no pueden seguirse y nos hacen sentir no sólo fracasados, sino también hambrientos. Las dietas se rompen con atracones y la culpabilidad por las calorías consumidas y la posibilidad de engordar llevan al vómito.

Algunos expertos creen que esta enfermedad se origina en las altas demandas de la familia y la sociedad: el ciclo destructivo comienza con la presión que el individuo siente por ser delgado y atractivo. El problema se centra, entonces, en una baja autoestima.

El trastorno puede aparecer a cualquier edad y repetirse en diferentes momentos de la vida, generalmente inducido por acontecimientos vitales traumáticos o negativos separación de la familia para estudiar la carrera; la segunda crisis,  divorcio,  perdida de un ser querido ....

       Diagnóstico

A pesar de que la negación y secretismo complican el diagnóstico de la bulimia, existen cinco criterios básicos para identificar esta enfermedad:

Frecuentes episodios de ingesta abusiva de alimentos. En este caso, el paciente suele comer cada dos horas una cantidad de comida superior a la que cualquier persona normal desearía.
Un sentimiento de falta de control durante este episodio o, en su defecto, la sensación de que no puede evitar la necesidad de comer.

Además de la comida desmesurada, existe un comportamiento compensatorio inapropiado para evitar el aumento de peso. Esta conducta se traduce en el vómito auto-inducido, en el sobre uso de laxantes, diuréticos y enemas o en el exceso de ejercicios físicos.

Tanto el exceso de comida como las comidas compensatorias deben ocurrir al menos dos veces por semana durante tres meses.
 El comportamiento es influenciado por la imagen corporal. 
 ¿Qué consecuencias puede tener una bulimia?

    La bulimia es una enfermedad grave que puede producir serias complicaciones médicas:

Alteraciones digestivas: colon irritable, megacolon, reflujo gastrointestinal, hernia hiatal, perforación esofágica, dilatación y rotura gástrica, pancreatitis.
Alteraciones metabólicas: descenso de glucosa, cloro, calcio y potasio en sangre. Deshidratación.


Alteraciones cardíacas: prolapso de la válvula mitral y arritmia, con riesgo de muerte.


Otras alteraciones pueden ser del tipo genitales, óseas y renales.

   La mortalidad es superior a la de la anorexia, falleciendo por complicaciones médicas derivadas de los "atracones", vómitos y uso de laxantes, o por suicidio.






¿Por qué se ha disparado el número de casos?

Han bastado diez años para que las cifras sobre incidencia de anorexia y bulimia en nuestro país se equiparen a las del resto de los países europeos, convirtiéndose así en la tercera enfermedad (la primera es el asma, y la segunda la obesidad) más frecuente entre los adolescentes. Ahora, aproximadamente, una de cada 100 adolescentes de entre 14 y 18 años cae en las garras de la anorexia, mientras que un 2,4% desarrolla bulimia. Y no sólo el sexo femenino (la anorexia nerviosa afecta 15 veces más a mujeres que a hombres) se está enganchando a los trastornos de la alimentación, también los varones han empezado a verse reflejados significativamente en las estadísticas.

Las investigaciones realizadas en España están aportando ya algunas respuestas al porqué de este aumento espectacular de casos, así como las razones que justifican esta alarma: los cambios sociales, un mejor diagnóstico, un nuevo comportamiento de la enfermedad y un conocimiento mayor de las consecuencias físicas de padecer trastornos de la alimentación.

Analicemos algunos de estos factores:

CAMBIOS SOCIALES.

·       La cultura de la delgadez.

 En las últimas dos décadas, la delgadez se ha convertido en la tarjeta de visita de todos aquellos hombres y mujeres que desean triunfar social y profesionalmente. Los mensajes que hacen referencia a la imagen corporal son omnipresentes y con ellos se transmite la idea de que estar delgado es el medio para obtener la felicidad y el éxito. La presión es excesiva.  Los anunciantes  presentan modelos jóvenes anoréxicos como paradigma de deseo sexual; por otro lado,  La ropa se diseña y exhibe para los cuerpos delgados a pesar de la realidad de que pocas mujeres podrían llevarlas con éxito. Aunque corren mayor riesgo las personas cuyo sentido de la autoestima se basa en su totalidad en la aprobación externa y apariencia física, pocas mujeres son inmunes a estas influencias.





·       Pérdida de hábitos alimenticios.

La incorporación de la mujer al mundo laboral es otro de los factores sociales del que se están sirviendo la anorexia y la bulimia para su propagación. La ausencia de una persona que se responsabilice de los horarios de comida (un papel tradicionalmente atribuido a la madre) ha facilitado que muchos adolescentes que empezaban su tonteo con la dieta escaparan al control familiar y acabaran transformando una alimentación irregular en una enfermedad grave.

Aspectos tradicionales, como sentarse a la mesa para comer o cenar en familia están desapareciendo de las casas españolas. Este es uno de los motivos que están favoreciendo la expansión de los trastornos de la alimentación. Otra de las conductas rotas en los hábitos alimenticios es , la hora de la merienda. El descontrol a la hora de la merienda ha aumentado. Ahora cada uno abre la nevera y coge lo que quiere. Los niños aprenden a comer mal, de ahí que las costumbres dietéticas que transmitirán a sus hijos también serán erróneas.

Una solución a este problema es introducir una asignatura sobre nutrición en las escuelas, para que los alumnos aprendan cuáles son sus necesidades alimenticias y lleven siempre un estilo de vida sano.








ANOREXIA
BULIMIA
Las anoréxicas usan frecuentemente ropas grandes para ocultar su extrema delgadez. Los síntomas son:
Depresión. Se las ve retraídas y su máxima preocupación gira en torno a la comida.
Extrema dependencia a pautas impuestas por otros.
Exceso de amor a su propio cuerpo haciéndolas olvidar el amor a la vida de relación llevándolas al aislamiento.
La autoestima pasa por la balanza.
Insomnio e hiperactividad.
Cese de la menstruación o postergación de su iniciación.
Piel seca y fría, con vello en brazos, cara y espalda.
Distorsión de la imagen corporal: se ven gordas frente al espejo y se sienten gordas.
Extremada rigidez en su rutina de ejercicios.
Estrictas reglas de alimentación como no tomar líquidos o no comer sin haber hecho ejercicios antes.
Lento desarrollo físico y social.
Los bulímicos se atracan y vomitan desde una vez por semana a cinco veces por día. Hay otros síntomas observables:
Constante preocupación por la comida.
Miedo extremo a aumentar de peso.
Distorsión de la imagen corporal; se ven gordas frente al espejo y se sienten gordas.
Piel seca y pelo quebradizo.
Glándulas inflamadas debajo de la mandíbula como consecuencia de los vómitos, que hace aparecer la cara como más gorda.
Depresión y cambios de ánimo.
Fatiga y sudoración fría debido al rápido cambio de nivel de azúcar en la sangre.
Acuden al baño enseguida después de ingerir alimentos.
Vómitos autoprovocados, uso de laxantes y diuréticos.
Rupturas vasculares en la cara o bajo los ojos, pierda de piezas dentales, irritación general del aparato digestivo.

 Conclucion Personal:
la bulimia y anorexia son una enfermedad muy peligroso que puede llegar hasta la muerte, lo peor de todo esto es que los jovenes y mas las mujeres son las que caen mas en estas enfermedades.
























14 comentarios:

  1. muy buena información pero pon mas imágenes

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  2. Muy bien pero creo que escribistes demasiado

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  3. Exelente trabajo, pero faltan imagenes

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  4. buen trabajo pero la letra azul marea!!!

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  5. jejeje si le pondre mas gracias migel

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  6. gracias evelin le cambiare la letra ya me arto

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  7. muy buena informacion la verdad muchas veces uno no se da cuenta de lo que tiene y no lo quieren aseptar y no queda otro remedio mas que ir con el psicologo o a terapias y tenemos que tomar medidas para que no pase en nuestras familias.

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  8. Estas enfermedades de trastorno alimeticio son muy graves en la juventud de ahora, tanto la anorexia como la bulimia. Las personas no se aceptan como son tratando de copiar estereotipos. Buena informacion e imagenes.

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