La gastroenteritis es una inflamación de la membrana interna
del intestino causada por bacterias, parásitos, virus o ciertos tipos de
antiinflamatorios no esteroideos. La gastroenteritis viral es la segunda
enfermedad más común en los Estados Unidos. Se propaga a través de alimentos o
agua que estén contaminados y el contacto con una persona infectada. La mejor
prevención es lavarse las manos frecuentemente.
Bajo este término general se engloban diversos tipos de
irritación e infección del tracto digestivo. Habitualmente se trata de una
infección menor del tracto digestivo, que se produce cuando algunos
microorganismos se multiplican con rapidez en el estómago y en el intestino.
Aunque por lo general está causada por un virus, puede tener otros orígenes, como
las intoxicaciones por alimentos contaminados o por medicamentos. Los riesgos
que conlleva una gastroenteritis dependen de la edad, del estado de salud
general del paciente y de las causas que la han generado. Estos síntomas
desaparecen rápidamente después de 3-4 días. El tratamiento consiste en reponer
agua y electrólitos (fundamentalmente sodio y potasio) y régimen bajo en
celulosa (fibra).
Causas
Las gastroenteritis pueden deberse a múltiples motivos. La
más común son virus (Adenovirus, Rotavirus y Astrovirus) que se propagan
rápidamente en diferentes ambientes a través del agua, alimentos contaminados o
de persona a persona. El agente etiológico también puede ser bacteriano o
parasitario. Las bacterias que más comúnmente causan gastroenteritis son los géneros
de Salmonella, escherichia, Shigella y Campylobacter. Las bebidas y los
alimentos contaminados por microbios también pueden producir gastroenteritis.
La ingestión de hongos o de frutas silvestres no comestibles que contienen
sustancias tóxicas, así como los excesos en la comida o en la bebida, y de
ciertos medicamentos, como las aspirinas, laxantes, etc. puede dar lugar a
distintos tipos de gastroenteritis. Algunas personas son alérgicas a ciertos
alimentos, tales como los mariscos, los huevos o la carne de cerdo, entre
otros, lo que puede provocarles gastroenterocolitis. Otra causa posible de esta
enfermedad es la alteración de la microbiota bacteriana natural del tracto
digestivo. También los antibióticos pueden tener un efecto parecido, ya que actúan
sobre la población bacteriana intestinal, alterando su equilibrio natural, es
importante precisar que en un inicio la sintomatología de una gastroenteritis
es muy similar a la de un diagnostico de apendicitis por lo cual es importante
el control posterior y los exámenes de sangre respectivos.
Síntomas
La pérdida de apetito y las náuseas, seguidas de diarrea
abundante, son los primeros síntomas de una gastroenteritis. Poco después se
producen accesos de vómito y movimientos intestinales, con diarrea acuosa,
dolores y espasmos abdominales, fiebre y extrema debilidad. Las emisiones
fecales suelen ser muy líquidas y algunas veces, si la enfermedad se prolonga
mucho tiempo, pueden llegar a contener sangre y mucosidades. Por lo general,
los síntomas desaparecen después de dos o tres días. La diarrea y los vómitos
que se presentan en un ataque de gastroenteritis originan una rápida pérdida de
líquido y de elementos químicos, como sodio o potasio, lo cual puede causar una
deshidratación grave, que alteraría la función química del organismo y, si no
se remedia, puede afectar la función del hígado y de los riñones. Los riesgos
son mayores en el caso de los niños, sobre todo de los menores de 18 meses, y
también en los ancianos.
Diagnóstico
Los síntomas de la gastroenteritis son muy evidentes a largo
plazo. Si los síntomas persisten por más de tres días se pueden analizar
muestras de materia fecal, vómitos, alimentos o sangre para identificar el
agente etiológico y tomar medidas de prevención para que se erradique por
completo.
Medidas preventivas
Lavarse las manos después de utilizar el sanitario y antes
de comer.
No consumir alimentos en lugares poco higiénicos.
Evitar la proliferación de insectos dañinos como las moscas
y cucarachas en las alacenas de alimentos.
Tomar sólo agua hervida o debidamente esterilizada.
Tapar adecuadamente los depósitos de basura.
Lavar con agua y vinagre o lejía doméstica especial para la
desinfección de los alimentos a consumirse crudos (hortalizas, frutas, verduras,
u otros abarrotes).